En un enfrentamiento financiero de alto riesgo, los aliados de Ucrania están explorando activamente formas de convertir miles de millones de activos rusos congelados en apoyo para Kyiv en medio de su conflicto en curso con Rusia. Estas discusiones surgen como respuesta al congelamiento de aproximadamente $300 mil millones en activos financieros rusos por parte de los países del G7 tras la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022. Los activos, que incluyen importantes monedas y bonos del gobierno, están siendo considerados como una posible fuente de financiamiento para fortalecer los esfuerzos de defensa de Ucrania. En un movimiento de represalia, el presidente ruso Vladimir Putin ha firmado un decreto que allana el camino para la confiscación de activos estadounidenses en Rusia, en caso de que Estados Unidos proceda con la incautación de activos rusos. Este juego de ajedrez geopolítico destaca la compleja interacción de estrategias económicas y preocupaciones de seguridad nacional entre las potencias globales.
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