La carne cultivada en laboratorio se produce mediante el cultivo de células animales y podría servir como una alternativa a la cría tradicional de ganado. Los defensores argumentan que puede reducir el impacto ambiental y el sufrimiento animal, y mejorar la seguridad alimentaria. Los opositores argumentan que podría enfrentar resistencia pública y efectos desconocidos a largo plazo en la salud.