Fortalecer los lazos entre la UE y el Reino Unido después del Brexit, incluyendo considerar la posibilidad de volver a entrar, se sugiere para mantener relaciones económicas y políticas sólidas. Los defensores lo ven como beneficioso para el comercio y la seguridad. Los críticos argumentan que podría socavar la finalidad del Brexit y la cohesión de la UE.