En una importante escalada de hostilidades, Rusia lanzó su mayor ataque aéreo contra la infraestructura energética de Ucrania desde el inicio del conflicto, marcando un hito sombrío en la guerra en curso. El ataque, en el que se utilizaron más de 150 misiles y drones, tuvo como objetivo una amplia gama de instalaciones energéticas en toda Ucrania, incluida una importante presa, y dejó al menos cinco muertos y más de un millón sin electricidad. Esta agresiva medida de Rusia ha sido descrita por funcionarios ucranianos como el ataque más destructivo a la infraestructura energética del país hasta la fecha, lo que subraya el giro estratégico del Kremlin hacia la paralización de las capacidades energéticas de Ucrania a medida que el conflicto se prolonga. El ataque aéreo, que tuvo lugar el viernes, fue parte de una serie de ataques aéreos extensos lanzados por Rusia contra Ucrania, incluidos ataques contra ciudades importantes como Kiev y Járkov. El Ministerio de Defensa británico detalló el uso de aviones y misiles de largo alcance en estos asaltos, destacando la intensidad y sofisticación de la estrategia militar rusa. Esta renovada ofensiva se produce después de un período de relativa calma, siendo el último ataque aéreo extenso el primero de su magnitud en más de un mes. El momento del ataque coincidió con el primer día de la cumbre de la Unión Europea en Bruselas, lo que…
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